Parece
que este año el invierno se retrasó un poco, aunque ya está aquí, y con él,
aumentan las posibilidades de lluvia. Debemos de extremar las precauciones
conduciendo por una calzada mojada.
En este artículo vamos hablar de la conducción
con lluvia.
Son casos excepcionales, los de algunos
conductores que manifiestan, que les gusta conducir con lluvia. Pero aunque nos
sintamos cómodos conduciendo con estas condiciones meteorológicas, lo que esta
claro, es que debemos de estar atentos, pues a mi criterio, conducir con falta
de visibilidad, y con un agarre escaso sobre el asfalto, provoca cierta
inestabilidad en la conducción.
En ciudad, y hablo como experiencia en mi
trabajo, se suelen producir accidentes con daños materiales en las primeras
lluvias.
En mi opinión, esto se produce como consecuencia de que las primeras
lluvias, se mezclan con la suciedad y aceites de la calzada provocando que
estas sean más resbaladizas. Además, en las primeras lluvias, los conductores
nos estamos adaptando a este fenómeno meteorológico, y no guardamos una
distancia de seguridad con respecto al vehículo que nos precede en la medida
que deberíamos.
Mucho cuidado con los motoristas, sobre todo en
las rotondas. Ojo con la pintura blanca que delimita los carriles, o con la que
marca los pasos para peatones. Responsabilidad y civismo por parte de los
conductores de vehículos a la hora de circular, pues si salpicamos con el agua de un charco, puede ocasionar accidentes al salir
proyectada hacia un motorista, o hacia cualquier conductor de cualquier
vehículo, que no se espera ese aluvión de agua en su parabrisas.
El primer punto negativo que nos encontramos
con una lluvia, sobre todo intensa, es como consecuencia de la reducción de la
visibilidad. Esto provoca que se reduzca nuestro campo de visión y horizonte.
Por tanto es imprescindible el adecuado funcionamiento del parabrisas, así como
unas escobillas en perfecto estado. Cuidado, ya que después de un verano
caluroso, suelen encontrase cuarteadas y desgastadas, por lo tanto está es la
época ideal para cambiarlas.
Un segundo punto, y para mí, uno de los más
importantes, es el estado de los neumáticos. Debemos evitar que se encuentren
desgastados o cuarteados, así que, si observamos uno de estos síntomas es hora
de cambiarlos, y mucho ojo con las marcas de neumáticos desconocidas, es
preferible una marca de confianza, pues mejor gastarse un poco más de dinero en
los ellos, ya que es nuestro contacto en el vehículo con el asfalto. Con un
neumático mal diseñado, de baja calidad, o gastado, corremos el riesgo de
sufrir, lo que se conoce con el nombre de aquaplaning (atravesar a una
determinada velocidad con el vehículo, una superficie cubierta de agua,
llevando a una perdida de tracción y control del mismo por parte del
conductor). En caso de no poder evitar un aquaplaning en nuestro vehículo,
debemos de reaccionar con mucha calva y sangre fría, no realizando movimientos
bruscos y levantando suavemente el pie del acelerador.
En un día de lluvia, debemos de evitar las
imprudencias. Si yendo por una carretera, tenemos dudas de poder circular como
consecuencia de las lluvias, mejor buscar una vía alternativa.
Autobus urbano, cometiendo una imprudencia |
Imprescindible es el uso del ABS (sistema
antibloqueo de ruedas o frenos), con este sistema, en caso de frenada brusca,
evitaremos que se bloquen las ruedas de nuestro vehículo, y como consecuencia,
el vehículo al frenar, lo hará en línea recta.
En definitiva, en un día de lluvia debemos de
tener en consideración en nuestro vehículo, los siguientes consejos:
-Llevar en perfectas condiciones las escobillas
limpiaparabrisas.
-Eliminar el vaho del parabrisas (con el aire
frío se suele eliminar más rápidamente).
-Llevar las luces de cruce encendidas, y en
caso de lluvia muy intensa, acompañar con la luz delantera y trasera
antiniebla.
-Llevar los neumáticos en buen estado. El
límite en el dibujo es de 1,6mm a 2mm, a partir de esa media, debemos pensar en
cambiarlos.
-Correcta presión de aire en los neumáticos. Si
llevamos una presión baja cerrara los canales de drenaje del neumático, por lo
tanto evacuará menos agua.
-Revisar los amortiguadores. Unos
amortiguadores gastados aumentan la distancia de frenado, y hace más
dificultoso el mantener la trayectoria deseada.
-Circular a una velocidad moderada, dejando más
distancia de seguridad con respecto al vehículo que nos precede.
-Debemos de evitar los movimientos bruscos y la
conducción agresiva, no frenando de manera inmediata, sino adelantándonos a los
acontecimientos, y frenando paulatinamente. Si se observa un charco, no frenar
bruscamente, mejor levantar el pie del acelerador, y sujetar fuertemente el
volante hasta notar que el vehículo ha recuperado el contacto con el suelo.
Nunca intentar cambiar la trayectoria.
-Evitar los charcos y aguas en movimiento.
La lluvia es el fenómeno climatológico adverso
que más accidentes provoca, por tanto, no contribuyamos con nuestras
imprudencias al volante a que sea más peligrosa la conducción.
Reduzcamos el
riesgo. Una revisión a tiempo de nuestro vehículo nunca viene mal. Seamos
respetuosos, y por supuesto, mucha precaución al volante, y con lluvia, doble
precaución.
http://jmramonp.blogspot.com/
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