jueves, 13 de noviembre de 2014

CON LLUVIA, PRECAUCION


Parece que este año el invierno se retrasó un poco, aunque ya está aquí, y con él, aumentan las posibilidades de lluvia. Debemos de extremar las precauciones conduciendo por una calzada mojada.

 En este artículo vamos hablar de la conducción con lluvia.

Son casos excepcionales, los de algunos conductores que manifiestan, que les gusta conducir con lluvia. Pero aunque nos sintamos cómodos conduciendo con estas condiciones meteorológicas, lo que esta claro, es que debemos de estar atentos, pues a mi criterio, conducir con falta de visibilidad, y con un agarre escaso sobre el asfalto, provoca cierta inestabilidad en la conducción.

En ciudad, y hablo como experiencia en mi trabajo, se suelen producir accidentes con daños materiales en las primeras lluvias.

En mi opinión, esto se produce como consecuencia de que las primeras lluvias, se mezclan con la suciedad y aceites de la calzada provocando que estas sean más resbaladizas. Además, en las primeras lluvias, los conductores nos estamos adaptando a este fenómeno meteorológico, y no guardamos una distancia de seguridad con respecto al vehículo que nos precede en la medida que deberíamos.

Mucho cuidado con los motoristas, sobre todo en las rotondas. Ojo con la pintura blanca que delimita los carriles, o con la que marca los pasos para peatones. Responsabilidad y civismo por parte de los conductores de vehículos a la hora de circular, pues si  salpicamos con el agua de un charco,  puede ocasionar accidentes al salir proyectada hacia un motorista, o hacia cualquier conductor de cualquier vehículo, que no se espera ese aluvión de agua en su parabrisas.

El primer punto negativo que nos encontramos con una lluvia, sobre todo intensa, es como consecuencia de la reducción de la visibilidad. Esto provoca que se reduzca nuestro campo de visión y horizonte. Por tanto es imprescindible el adecuado funcionamiento del parabrisas, así como unas escobillas en perfecto estado. Cuidado, ya que después de un verano caluroso, suelen encontrase cuarteadas y desgastadas, por lo tanto está es la época ideal para cambiarlas.

Un segundo punto, y para mí, uno de los más importantes, es el estado de los neumáticos. Debemos evitar que se encuentren desgastados o cuarteados, así que, si observamos uno de estos síntomas es hora de cambiarlos, y mucho ojo con las marcas de neumáticos desconocidas, es preferible una marca de confianza, pues mejor gastarse un poco más de dinero en los ellos, ya que es nuestro contacto en el vehículo con el asfalto. Con un neumático mal diseñado, de baja calidad, o gastado, corremos el riesgo de sufrir, lo que se conoce con el nombre de aquaplaning (atravesar a una determinada velocidad con el vehículo, una superficie cubierta de agua, llevando a una perdida de tracción y control del mismo por parte del conductor). En caso de no poder evitar un aquaplaning en nuestro vehículo, debemos de reaccionar con mucha calva y sangre fría, no realizando movimientos bruscos y levantando suavemente el pie del acelerador.

En un día de lluvia, debemos de evitar las imprudencias. Si yendo por una carretera, tenemos dudas de poder circular como consecuencia de las lluvias, mejor buscar una vía alternativa.
Autobus urbano, cometiendo una imprudencia
Imprescindible es el uso del ABS (sistema antibloqueo de ruedas o frenos), con este sistema, en caso de frenada brusca, evitaremos que se bloquen las ruedas de nuestro vehículo, y como consecuencia, el vehículo al frenar, lo hará en línea recta.

En definitiva, en un día de lluvia debemos de tener en consideración en nuestro vehículo, los siguientes consejos:

-Llevar en perfectas condiciones las escobillas limpiaparabrisas.

-Eliminar el vaho del parabrisas (con el aire frío se suele eliminar más rápidamente).

-Llevar las luces de cruce encendidas, y en caso de lluvia muy intensa, acompañar con la luz delantera y trasera antiniebla.

-Llevar los neumáticos en buen estado. El límite en el dibujo es de 1,6mm a 2mm, a partir de esa media, debemos pensar en cambiarlos.

-Correcta presión de aire en los neumáticos. Si llevamos una presión baja cerrara los canales de drenaje del neumático, por lo tanto evacuará menos agua.

-Revisar los amortiguadores. Unos amortiguadores gastados aumentan la distancia de frenado, y hace más dificultoso el mantener la trayectoria deseada.

-Circular a una velocidad moderada, dejando más distancia de seguridad con respecto al vehículo que nos precede.

-Debemos de evitar los movimientos bruscos y la conducción agresiva, no frenando de manera inmediata, sino adelantándonos a los acontecimientos, y frenando paulatinamente. Si se observa un charco, no frenar bruscamente, mejor levantar el pie del acelerador, y sujetar fuertemente el volante hasta notar que el vehículo ha recuperado el contacto con el suelo. Nunca intentar cambiar la trayectoria.

-Evitar los charcos y aguas en movimiento.

La lluvia es el fenómeno climatológico adverso que más accidentes provoca, por tanto, no contribuyamos con nuestras imprudencias al volante a que sea más peligrosa la conducción.

Reduzcamos el riesgo. Una revisión a tiempo de nuestro vehículo nunca viene mal. Seamos respetuosos, y por supuesto, mucha precaución al volante, y con lluvia, doble precaución. 


http://jmramonp.blogspot.com/

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